jueves, 24 de marzo de 2011

Guía de lectura I - Escribir un texto basado en el capítulo Nº II de "La escritura y sus formas discursivas".

Principales características de la comunicación oral y escrita
Las principal ventaja de la comunicación escrita radica en que la persona que escribe tiene tiempo para organizar bien su texto seleccionando palabras adecuadas y un contenido apropiado, también cuenta con la posibilidad de hacer correcciones, el que escribe "controla su propio discurso". En la comunicación escrita se emplean mayor cantidad de palabras y con total precisión si bien el lector debe interpretar el texto y confiar en la eficacia del mensaje.
Por otro lado, como desventaja encontramos que no hay un contexto compartido, no existe ningún tipo de retroalimentación como ocurre con la comunicación oral, donde ocurre una interacción entre el emisor y el receptor pudiendo el primero rectificar su mensaje en el caso de no ser comprendido.
El que habla está sujeto al ritmo de esa interacción.

Esquema de comunicación oral de Roman Jakobson

En el esquema de comunicación oral de Roman Jakobson encontramos seis componentes indispensables para la comunicación oral; el emisor (orador), el mensaje (discurso a transmitir), el canal (medio), el contexto (temática/ argumento/ contenido), el código (lengua) y el receptor (oyente). Un claro ejemplo es un profesor dictando una clase para sus alumnos, en esa situación entran en juego el profesor cumpliendo la función de emisor, los alumnos quienes cumplen la función de receptores, el mensaje y contexto es el contenido teórico que el profesor expone, el canal, el código es el lenguaje utilizado.

Relación del emisor y del receptor en la comunicación escrita



En la comunicación escrita, el emisor debe "construir" al receptor ya que no lo tiene presente, en este caso cada parte (tanto emisor como receptor) imaginan a su interlocutor. En mayor o menor medida, dependiendo de cada caso, los escritores deben recurrir a la construcción de un lector virtual.

Definición de código

Se entiende por código a los conocimientos compartidos entre el escritor y el lector; éstos pueden tener distintas extensiones y clasificarse de las siguientes maneras:

Códigos socioculturales: Abarca los conocimientos que tienen tanto el lector como el escritor sobre el mundo. Cuando el lector lee un texto que fue escrito hace mucho tiempo, debe reponer el marco de referencia del escritor para comprenderlo. La información debe guardarse de forma ordenada para ser recordada; una teoría es la de los marcos o esquemas, según ésta, hay esquemas que tienen una organización descriptiva, son los marcos; también hay esquemas de acciones o comportamientos habituales, se los denomina "guiones". Las acciones que no son frecuentes o habituales necesitan instrucciones, las habituales se automatizan. Los esquemas conceptuales son aquellos conceptos que también se almacenan en la memoria en forma de esquemas, éstos son importantes en la lectura de textos teóricos o científicos. En el libro "El nombre de la rosa", Umberto Eco necesita darle al lector una información de la cuál el lector carece, de esa forma podrá comprender la historia; por este motivo tuvo que reponer el marco de referencia para su lector recurriedo a una figura retórica llamada preterición. La misma consiste en decir que no se va a decir lo que en realidad está diciendo, por ejemplo: "está demás decir que..." o "No voy a repetir que...", Eco utiliza esta figura retórica para dar información declarando que es innecesario hacerlo.
La elípsis es una figura retórica que también puede explicarse desde el punto de vista de los esquemas compartidos. Es la omisión de información que el lector puede reponer (porque la imagina aunque no esté explícita).

Códigos ideológicos: Contiene los sistemas de creencias y de valores que manejan el escritor y el lector. Se incluyen en este código tanto las teorías como las creencias que forman parte del sentido común. En "El escritor en vacaciones", Roland Barthes afirma que escribir no es un trabajo sino un impulso que el escritor no puede controlar y por ende el escritor no tiene vacaciones ya que vacaciones sólo tienen los que trabajan. Mitos como éste forman parte del código ideológico.
Las teorías son ideológicas porque compiten entre sí en la interpretación de la realidad, pero una vez instalada una teoría, disminuye su carga ideológica (este proceso puede ser muy largo).

Códigos Retóricos: Son los conocimientos que tienen los hablantes acerca del discurso. Por ejemplo: El conocimiento de los géneros discursivos, tal como los definió el lingüista ruso Mijaíl Bajtín. La comunicación se da a través de géneros o tipos de enunciados que comparten características temáticas, de estructura y estilísticas. Estas características comunes permiten clasificarlos en tipos relativamente estables. Los usuarios de la lengua tienen incorporado un repertorio de géneros que los ayudan a comunicarse, desde los más primarios, orales, que organizan la comunicación cotidiana, hasta los más complejos, como algunos géneros escritos, de más difícil elaboración. Los géneros se distribuyen en los distintos campos de la práctica social, por ejemplo: los géneros académicos corresponden a la universidad. Para Bajtín este género, al igual que los literarios, son géneros secundarios, porque son más elaborados y, en general, escritos. Según Bajtín, éstos absorven y transforman en su interior a los géneros primarios.
Los géneros son históricos y cambian con el tiempo. Un género puede desaparecer, así como aparecen otros o como otros surgen de la transformación de géneros que proceden de otros ámbitos discursivos. El reconocimiento del género no siempre es sencillo, a veces la diferencia está marcada por un indicio o una introducción que permite al auditorio registrar que se trata de un género o de otro. En los géneros escritos, lo paratextual es clave para poder diferenciar los géneros, la identificación depende de la información que da el paratexto; el paratexto tanto editorial como de autor, aporta instrucciones de lectura que permiten atribuir al texto que acompañan a un género determinado.
Para Philippe Lejeune, el autor de "El pacto autobiográfico", la indicación paratextual es lo que permite distinguir la autobiografía de la novela autobibliográfica. Si el texto aparece en una colección que se titula "Narrativas", va a ser leído como novela. El paratexto orienta al lector para que encuadre al texto en un género determinado.
El código retórico contiene instrucciones para leer y escribir distintos tipos de textos y para resolver distintas tareas de lectura y escritura.
Existen distintas estructuras textuales: Narrativa, descriptiva, explicativa, argumentativa. Los textos narrativos se caracterizan por su trama temporal/ casual. La estructura mas canónica de este tipo de textos contiene una introducción, una complicación y una resolución o desenlace.
El texto descriptivo, en cambio, se caracteriza porque presenta características o propiedades de un objeto, siguiendo un orden espacial.
Los textos explicativos tienen una estructura de problema – solución. La pregunta puede no estar formulada en el texto pero la explicación siempre parte de una pregunta.
Los textos argumentativos se ocupan de fundamentar un punto de vista o una posición frente a un hecho determinado, su finalidad no es hacer comprender, como en el caso de los textos explicativos, sino persuadir.
Los tipos textuales combinados con los géneros discursivos conforman el código retórico, que es parte de la competencia del escritor y del lector que se activa en la comunicación escrita.



Códigos lingüísticos: Contiene los conocimientos sobre la lengua que tienen los usuarios, desde la fonética hasta el conocimiento léxico y gramatical.
Los hispanohablantes compartimos la misma lengua pero existen variedades regionales y dialectos con pronunciaciones diferentes, pero ortografía hay una sola.
El conocimiento de las clases de palabras, de sus funciones y de las reglas que rigen sus combinaciones en las oraciones y en los textos, es parte del conocimiento gramatical que tienen lectores y escritores y que se activa en la comprensión y en la producción.

Relación del mensaje escrito respecto de la lectura del mismo




Se sostenía que el mensaje escrito era simplemente un texto cargado de un sentido volcado por el escritor, el lector debía adaptarse al sentido y la interpretación que el autor había propuesto para el texto. Por este motivo había lecturas correctas e incorrectas dependiendo del ajuste al sentido del texto con el autor.
Otra teoría aporta que no existe un único texto ni un solo sentido sino que el texto carece de sentido hasta no ser leído, es decir que, mediante la lectura el texto cobra sentido. Un lector en momentos distintos de su vida puede proveele al texto un sentido distinto en uno como en el otro.
Umberto Eco expone la teoría de que el texto es una construcción compartida entre el escritor y el lector y sostiene la importancia de la cooperación tanto de uno como del otro y afirma que el texto es incompleto hasta que el lector le da sentido. Eco crea un "lector modelo" y calcula las interpretaciones de su lector virtual; califica a los textos como cerrados (porque orientan la lectura a un solo sentido, ej: Textos didácticos) y como abiertos (porque tienen muchas interpretaciones distintas).
Mi opinión personal es que mediante la lectura el texto cobra sentido y que puede haber muchas interpretaciones y sentidos para un mismo texto dependiendo de quién lo lea, ya sea por su manera de ver las cosas como por su condición social así como también por el momento de la vida que atraviesa el lector cuando lo lee; un texto puede ser leido por una persona a sus 25 años y probablemente le atribuirá un sentido distinto que si lo lee a sus 50 años de edad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario